
Una visita a Mérida permite soñar y viajar en el tiempo, disfrutando del patrimonio que dejó en ella el imperio romano a su paso por nuestra entonces Hispania y que perdura a través de los tiempos. Distintos rincones muestran al visitante la esencia de lo que fue la gran cultura romana.
Algo de historia
En el año 25 a.C. el Emperador Octavio Augusto ordenó fundar la Colonia Augusta Emerita, en la que se asentarán los militares veteranos (eméritos) de las legiones V y X tras las victorias frente los cántabros en el norte de la Península .
Aunque la comarca de Mérida ya estaba habitada desde tiempos remotos, la llegada de los pobladores romanos supuso un cambio sustancial para este punto estratégico, por su ubicación cercana al río Guadiana y por ser un nudo esencial de las comunicaciones de la época.
Mérida (Emérita Augusta) se convirtió en un destacado centro jurídico, económico, militar y cultural del Imperio Romano.
El paso posterior por la ciudad de visigodos, árabes y cristianos ha dejado un legado cultural importantísimo.
El auge de Mérida unido al trabajo de las instituciones provinciales y autonómicas motivaron que en diciembre de 1993 la UNESCO declarara el Conjunto Arqueológico Emeritense fuera declarado Patrimonio de la Humanidad. Además, es la única ciudad en España que ostenta la denominación de Conjunto Histórico Arqueológico.
Algunos de sus monumentos más destacados:

El Teatro
El teatro es una construcción promovida por el cónsul Marco Vipsanio Agripa. Según

fecha inscrita en el propio teatro su construcción se produjo en los años 15 a 16 a. C.
El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante, a finales del siglo I o
principios del siglo II, posiblemente en época del emperador Trajano, cuando se levantó la actual fachada o frente de escena, y otra en época de Constantino entre los años 330 y 340, introduciéndose nuevos elementos arquitectónicos-decorativos y construyéndose una calzada que rodea el monumento. Tras el abandono propiciado por el cristianismo a causa de la inmoralidad del teatro, éste se abandona y cubre de tierra, quedando solamente visible la zona superior del graderío (summa cavea). La imaginación popular la denominó «Las Siete Sillas», porque según la tradición se sentaron en ella diversos reyes moros para decidir los destinos de la ciudad.

Anfiteatro de Mérida
Construcción más del gusto popular que el teatro, fue inaugurado en 8 a. C. Este edificio estaba destinado a las luchas entre gladiadores, entre fieras o entre hombres y fieras.
Es un edificio formado por una arena central de forma elíptica rodeada de un graderío capaz para 15.000 espectadores divididos, al igual que en el teatro en tres zonas. De estas tres zonas sólo se conserva en la actualidad la inferior ya que las dos superiores fueron utilizadas, tras su caída en desuso, como cantera para las construcciones adyacentes.

Circo romano de Mérida
Con sus más de 400 m de longitud y 100 m de anchura era el mayor de los edificios de espectáculos de la ciudad y, junto con el anfiteatro, era el que gozaba de los favores de un público más dado a emociones fuertes que a cultas obras teatrales. Debido a sus grandes dimensiones se encontraba fuera del recinto amurallado, al lado de las calzadas que unían Emérita con Corduba (Córdoba) y Toletum (Toledo). Este monumento es totalmente visitable.
Tenía un aforo de unos 30.000 espectadores distribuidos en un graderío con la ya clásica división en cáveas marcada por las diferentes procedencias sociales de sus ocupantes.
Su construcción data de principios del siglo I. Posiblemente durante la época de Tiberio. El recinto posee una arena central donde se efectuaban las competiciones. En medio de ésta se encuentra una valla central llamada spina de una longitud de 223 m y una anchura de 8,5 m y decorada con monolitos y otros motivos. Uno de los espectáculos favoritos eran las carreras de bigas (dos caballos) y cuádrigas (cuatro caballos). Los conductores de los carros, llamados aurigas, eran personajes muy populares, y muchos de ellos fueron inmortalizados en pinturas y mosaicos.
Actualmente el Circo romano de Mérida posee un recién construido centro de interpretación, que permite un mejor entendimiento de la estructura del monumento antes de entrar en él.

Puente romano
El puente romano de Mérida junto a la Alcazaba.
Se puede considerar, de algún modo, como el origen de la ciudad y, en todo caso, el que marca su trazado siendo prolongación de una de las arterias principales de la colonia, el Decumanus Maximus. La situación del puente está cuidadosamente seleccionada en un vado del río Guadiana que ofrece como punto de apoyo una isla central que lo divide en dos cauces. La estructura original no ofrecía la continuidad de la actual, ya que estaba compuesto por dos tramos de arcos que se unían en la isla, donde había un gran tajamar. Éste fue sustituido por varios arcos en el siglo XVII, después de que una riada fechada en 1603 derribara parte de la estructura. En época romana se amplió en longitud varias veces, añadiéndose por lo menos cinco tramos de arcos consecutivamente para que el camino no se cortara en las periódicas crecidas del Guadiana. Eso ha hecho que esta obra llegue a los 792 m de largo, uno de los mayores que se conservan de ese momento.

Acueducto de los Milagros
Formaba parte de la conducción que traía el agua a Mérida desde el embalse de Proserpina situado a 5 km de la ciudad. Data de inicios del I d. C. La arquería se encuentra actualmente bastante bien conservada, sobre todo el tramo que salva el valle del río Albarregas. Se le conoce con este nombre, debido a que parece un milagro que aún siga en pie.

Templo de Diana
Edificio perteneciente al foro municipal de la ciudad. Es uno de los pocos de carácter religioso que se conserva en un estado satisfactorio. A pesar de su nombre, erróneamente asignado en su descubrimiento, el edificio estaba dedicado al culto imperial. Su construcción data de finales del siglo I a.C. o principios del I d.C, en la época augústea.
De planta rectangular, y rodeado de columnas, tiene el frente orientado al foro. Este frontal estaba formado por un conjunto de seis columnas rematadas en un frontispicio. A la conservación actual del edificio contribuyó el haber estado incorporado al Palacio del conde de los Corbos, de estilo renacentista y cuyos restos pueden apreciarse aún en la sala interior del templo. En su construcción se emplearon principalmente materiales graníticos.

Pórtico del Foro
Erigido en el siglo I. Fue restaurado en el siglo pasado en base a algunos de los hallazgos encontrados en el lugar, muchos de los cuales se conservan en el Museo Nacional de Arte Romano. El monumento consta de un edificio porticado con un muro donde se albergan diversas hornacinas destinadas a estatuas encontradas en este lugar. Se encuentra en las proximidades del Templo de Diana, en uno de los dos foros que poseía Mérida: uno local y otro provincial situados en el Cardus Maximus.

Alcazaba de Mérida
La alcazaba árabe de Mérida es una fortaleza musulmana en la ciudad de Mérida

(España), que forma parte del sitio Patrimonio de la Humanidad denominado «Conjunto Arqueológico de Mérida». El código que identifica este lugar es el 664-004. Situada junto al puente romano del río Guadiana, constituye uno de los mejores ejemplos de construcción defensiva del periodo islámico, además de tratarse de la más antigua fortificación
defensiva de la Península Ibérica.
Construida por Abderramán II en el año 835 d. C. como bastión para controlar la ciudad, que desde el año 805 se había rebelado continuamente contra el dominio emiral. Primera Alcazaba Árabe de la Península Ibérica. Es una construcción compleja, que consta de un gran recinto cuadrado de 130 metros de lado capaz de albergar un buen número de tropas. En su interior se encuentran un aljibe, edificio singular compuesto de una cisterna de agua filtrada desde el Guadiana a la que se accedía con un doble corredor desde el piso bajo de una torre. El perímetro de

la alcazaba es casi cuadrado, de unos 550 metros. Los muros, de unos 2,70 metros de grueso y 10 metros de altura,
están fabricados en su mayoría con sillares reaprovechados de obras romanas y visigodas anteriores en granito y rellenando la estructura, tierra, piedras y argamasa. Adosados al muro se distribuyen unas veinticinco torres de base cuadrangular que además sirven de contrafuertes.
Fuentes: wikipedia, turismo de Extremadura.
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