Un largo invierno donde apenas a brillado el sol va dejando paso a la tan ansiada primavera. Los primeros avances ya están presentes, los almendros y otros árboles frutales comienzan a florecer, mostrando un atractivo especial que me gusta

especialmente. Poco a poco nos iremos encontrando con la estación de las flores, de la vida, de la luz. Los días serán más largos y agradables, tiempo en el que incluso nosotros somos más felices. Nos cambia el carácter y nos sentimos mejor con nosotros mismos.

La madre naturaleza se manifiesta con todo su esplendor, luciendo sus mejores galas,

colores y matices. Nos podemos hacer una idea, paseando por cualquier parque, observando los jardines que nos rodean. Fuera de las ciudades la belleza brota por doquier, los campos que más adelante darán sus frutos, se tiñen de verde, las hojas de

los árboles que empiezan a poblar sus ramas dibujan siluetas que decoran el paisaje y día a día, semana a semana la reina de las estaciones se adueñará de nuestras vidas.

Ahora toca disfrutar.