Por tierras del hidalgo Don Quijote, esta vez nos asomamos al famoso «Balcón de La Mancha» para contemplar la puesta de sol en la inmensidad de la llanura manchega y

ver de cerca a los famosos «Gigantes» que vigilantes alzan su mirada al ocaso rojizo en una tarde de primavera.

Un lugar emblemático de la región, sobre todo referencia de Mota del Cuervo y muy accesible, donde una vez lo descubres no puedes evitar recordar aquellas palabras de

nuestra  obra universal «En un lugar de La Mancha…»

Allí he tenido la gran suerte de conocer personalmente a Belén Guerrero, apasionada fotógrafa y buena conocedora del lugar y su entorno. Además se declara defensora de

este patrimonio histórico que son los molinos de viento. A la cual agradezco sus consejos sobre algunos lugares a visitar por la zona, que no tardaré en visitar.

Gracias por todo Belén!