
Tenía que hacerla, la tenía pendiente desde hace años y no encontraba el momento. Quizás el pensar que siempre estaría estático aun con el paso del tiempo me tranquilizaba bastante. Convencí a mi Alex para que me acompañara en busca de la idílica foto que recordaba desde hacía casi 20 años cuando fui a pescar al Embalse de

Rosarito con mi cuñado Carlos y pudimos contemplar la belleza de los picos nevados de esta sierra reflejados en las tranquilas aguas. Era de postal, una foto mágica pues coincidían todos los elementos.

Con esa misma idea y tras hacer otras tomas de lugares cercanos, tratamos de arrimarnos a las orillas del embalse, pero un error de cálculo básico en el calendario no sólo nos hizo perdernos el mejor momento de luz, sino también la mejor ubicación. Claro, no contábamos que en invierno el acceso al punto idóneo se tiene que hacer cruzando el camping y en esta época está cerrado.

Nos tuvimos que conformar haciendo fotos desde otros ángulos y en horas de mañana muy entrada. No obstante algunas quedaron decentes.
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